viernes, 16 de abril de 2010

Angel caído, levantate que cualquiera se tropieza.

Illustrator y Photoshop




Por años mientras yo cobijado en tu alma oscura resplandeciente, en tu negro púrpura y en tus noches celestes, un día la emoción y el deseo desenlazaron enemistad para no volver a cruzarse jamás, tu emoción que te echa y mi deseo que me escurre.

¿Por la abrupta complacencia de irte y dejarme, por eso voy a volver a donde no querías? ¿Donde no permitías que mi arrogancia echara mano a sus caderas porque tu cuerpo quemaba mis manos? Y como si fuera ayer, te olvidé ayer, te escurriste entre la nada y me perdí sin vos. No te vi y me acostumbré, sigo siendo incomprendido entre tanta confusión.

De trota mundo y errante me moja la pena y la vejez, con esos años vacíos que se acercan y te afean, te cambian el cuerpo, el alma y el nombre, y a vos no te cambia un carajo. Por negociar no gané y por ceder perdí, caí y sigo cayendo mientras mi caída alimenta tu fragilidad, y si caigo... ¿cuándo es que subo?